Eliminar las malas hierbas, plantar árboles

Al eliminar las malas hierbas es necesario arrancar las raíces, ya que si no se arrancan volverán a crecer. Al plantar árboles es necesario alimentar las raíces, ya que si estas no son firmes el árbol se secará.

Al observar esto me doy cuenta de que este es el Tao de la eliminación de lo artificial y del cultivo de lo real.

Los deseos personales de los hombres y las energías de la costumbre son cosas artificiales. Lo artificial es como la maleza. Lo que es real es la esencia básica de las personas y la bondad natural. Lo real es como el árbol.

Para liberarse de lo artificial es necesario arrancar todos los deseos personales y las energías de la costumbre; solo entonces no volverá a crecer. Si dejas el más mínimo resto, al final crecerá de forma insidiosa, aumentando gradualmente y causando un enorme perjuicio.

Para cultivar lo real , es necesario ser constantemente consciente de la raíz  fundamental de la realidad natural inherente, alimentándola constantemente, regándola con el agua del espíritu, manteniéndola caliente con el fuego de la verdad, no permitiendo que la agiten o la molesten, protegiéndola por todos los medios, estando pendiente en todo momento de su seguridad.

Solo cuando alimentes la raíz hasta que sea estable y firme, solo cuando la energía sea total y el espíritu esté completo, podrás ser inmune a la influencia de miles de cosas y al peso de miles de cuestiones. Una vez hecho esto no tendrás ningún problema.

Por tanto, al eliminar la artificialidad debes alcanzar el punto en el que no haya artificialidad en absoluto, al igual que al eliminar la maleza debes alcanzar un punto en el que no haya en absoluto irrealidad, al igual que al plantar árboles debes hacer que las raíces sean firmes y que profundicen la tierra.

Hay una antigua escritura que dice: «Mientras haya el mas mínimo resto de energía negativa no te volverás inmortal. Mientras haya el mas mínimo resto de energía positiva no moriras». Esta afirmación es absolutamente cierta.

Despertar al Tao, Tesoro de meditaciones taoístas, Liu I-Ming. (Versión de Thomas Cleary)