Orugas y renacuajos

Las orugas hilan capullos, los renacuajos se formar a partir de células; al final, los capullos se abren y de ellos salen mariposas, las células se desarrollan hasta convertirse en ranas.

Al observar esto me doy cuenta de que este es el Tao de la transformación liberadora del embrión espiritual.

Aquellos que cultivan la realidad reúnen las cinco fuerzas, unen los cien espíritus, se funden con lo último; una energía se fusiona, entera y pura, no conocida conscientemente. Ahora el embrión espiritual tiene forma, al igual que cuando la oruga teje su capullo y el renacuajo da forma a su célula.

Almacena el espíritu y la energía en un lugar aparte. en la oscuridad mística, y la pequeña raíz espiritual crecerá pasando de la bruma a la claridad, de la suavidad a la fortaleza. Cuando el proceso culmine, de repente, atravesarás el espacio para revelar el cuerpo espiritual puro, irás más allá de los mundos. Lo mismo ocurre con la oruga que, después de transformarse en una mariposa, rompe el capullo y sale volando, o como el renacuajo que se convierte en una rana y comienza a saltas. Más allá del cuerpo hay otro cuerpo, otro mundo.

De ahí que el periodo subsiguiente a la consecución del Camino se defina a veces como un desarrollo del poder de volar, y otras vece como el abandono de la concha y el hacerse auténtico . Estas expresiones significan que tú reproduces un cuerpo real dentro de tu cuerpo físico. Este cuerpo físico es algo inherente a todos, pero  las personas se ven engañadas por los objetivos de sus sentidos, se ven engañadas por las apariencias ilusorias, de modo que son incapaces de reconocer el cuerpo real, a pesar de que está ahí mismo.

Todo aquel que pueda reconocer el cuerpo real y cultivarlo con seriedad podrá producir sustancia allí donde no existía, producir forma allí donde existía, sufrir una transformación liberadora  y convertirse en un ser inmortal con un cuerpo indestructible.

Despertar al Tao, Tesoro de meditaciones taoístas, Liu I-Ming. (Versión de Thomas Cleary)