Consejos para mantenerse saludable, según la medicina daoista, este año del gallo de fuego. Parte 1

 Por Jǐng Wēi Dàozháng  景威道长

Como dice un dicho daoísta: “病来如山倒” bìng lái rú shān dǎo: la enfermedad aparece porque la montaña se derrumba. La enfermedad se presenta porque hacemos algo mal, porque descuidamos nuestra disciplina de vida, desarreglamos nuestros hábitos, nos dejamos llevar por las emociones… Las enfermedades tienen un proceso de desarrollo, durante su evolución surgen varias alarmas que deberían avisarnos de nuestra condición, pero no ponemos atención o no sabemos reconocer estos síntomas.

Debemos, hoy en día, tener más consciencia de nuestro estado de salud, dependemos demasiado de lo que nos dicen los demás, el doctor, el sistema. Tratemos de observarnos más y de definir nuestro estado físico y mental para acercarnos a un estado de salud ideal.

Cuatro señales importantes para definir nuestro estado de salud.

  • Si al levantarse por la mañana, se siente uno mareado o aturdido, puede ser por una fuerte tensión en el cuello que aplasta el sistema nervioso cervical, provocando una disminución de la conducción eléctrica o puede ser por un cambio en la viscosidad de la sangre, quiere decir que la sangre cambia de consistencia y el flujo sanguíneo, hacia la cabeza, disminuye. Pueden existir otras patologías, pero, de todos modos, son síntomas que debemos registrar.

  • Si después de hacer unos veinte minutos de ejercicios, por la mañana, sigue la presencia de inflamación, como edemas en las piernas, entonces pudieran presentarse unas patologías renales o cardiacas.

  • Si al levantarse por la mañana, uno tiene deseo de vomitar o tiene nauseas o hay un sabor amargo en la boca, puede ser por una enfermedad gástrica (gastritis) o por una patología hepatobiliar. Si una mujer se encuentra embarazada, estos síntomas pueden reflejar otros bloqueos.

  • Si en la primera micción de la mañana, la orina sale café, marrón entonces puede ser por una patología hepática (hígado).

Observarse el rostro, en el espejo, por la mañana.

Lavarse la cara y después observar el estado general de su cara para ver si no hay nada inusual.

  • Si después de lavarse la cara, aparece un color rojo en las mejillas (inusual) entonces es posible asociar este síntoma a una patología cardiaca o a una hipertensión.

  • Si después de lavarse la cara, observamos nuestra cara con un color amarillento, además de sentir una fatiga física, entonces puede ser ictericia o hepatitis.

  • Si al levantarse se observan cambios de colores en los ojos (sobre todo en la esclerótica, parte blanca del ojo), congestionados, amarillos, turbios, entonces se deberá ir a consultar un médico inmediatamente.

  • Si al voltear el párpado inferior, se observa la parte interna de este muy pálida entonces puede haber una anemia por deficiencia de hierro.

  • Si al observar la córnea, se encuentra un anillo alrededor, gris borroso, entonces puede tratarse de una patología cardiaca. Si la persona es un hombre de 30 a 50 años es preferible que visite su médico.

Observar la respiración y el olor de boca.

Si por la mañana, tenemos una respiración pesada con halitosis (mal olor de boca) puede ser por una enfermedad periodontal (enfermedad de las encías). Por otro lado, enfermedades del estómago, del hígado, algunas enfermedades sistémicas o la diabetes pueden provocar halitosis. También puede aparecer un mal olor de boca por una deficiencia del oligoelemento Zinc o por falta de vitamina B. De la misma manera, algunas infecciones provocadas por una gran cantidad de bacterias como es la Helicobacter pylori puede provocar halitosis. Además, se deberá vigilar los alimentos en cantidad y calidad para no sobre cargar el estómago, porque una mala alimentación puede provocar malos olores por la mañana.

¿Por qué controlar nuestra alimentación?

  • Vigilar los síntomas como mucha sed, mucha hambre, mucha orina, cansancio y pérdida de peso en exceso porque pueden avisarnos de una hiperglucemia que a la larga podría degenerar en una enfermedad muy conocida como la diabetes tipo 2, por lo mismo observar los niveles de azúcar para tratar de controlar nuestros malos hábitos en comida y emociones.
  • De la misma manera, si uno se despierta en la madrugada (4 a 5 a.m.) con angustia y una sensación de mucha hambre, además uno se siente cansado y sin fuerzas, pero al desayunar desaparece poco a poco esta mala sensación entonces hay que vigilar muy bien los niveles de azúcar porque podría tener inicio de diabetes.

  • Si al comer alimentos grasosos aparecen molestias intestinales que se irradian hacia el hombro derecho y la espalda es probable que tenga una enfermedad del hígado y de la vesícula biliar.

  • Si sufre de polifagia (incremento del apetito) pero que su peso corporal disminuye entonces podría sufrir de hipertiroidismo.

  • Si uno sufre falta de apetito y al ver comida grasosa o aceitosa le dan ganas de vomitar, se siente fácilmente cansado, entonces podría sufrir de hepatitis.