Reflexión

Por el Maestro Herve Louchouarn 景威道長 (Jĭng wēi Dàozháng)

Frente a los acontecimientos mundiales, terremotos, huracanes, guerras, muertes y devastación es importante entender el porqué de los hechos. En nuestras desgracias, entendemos el dolor, el sufrimiento, como un castigo del cielo, algo que hemos hecho mal y no como un proceso que nos permite observarnos. Pero es importante, en estos momentos, tomar un momento para analizar nuestro comportamiento, nuestras reacciones, cultivar la observación para comprendernos en el momento de la dificultad. Y, sobre todo, no dejarnos llevar por la reacción visceral, el proceso emocional que daña nuestro interior.

La tierra es un lugar difícil para existir, todos los seres vivos tienen que luchar para subsistir, pelear por sus vidas frente al medio ambiente y a los depredadores y el ser humano ha sido uno de los acontecimientos más destructores de este mundo. Hoy en día, como siempre ha sucedido desde hace millones de años, la tierra se ha movido, el cielo se ha desatado y buscamos explicaciones, métodos de prevención y de previsión. Queremos que nuestros lugares de resguardo para no perder nuestro bienestar, nuestros paraísos para vacacionar, nuestros hogares para descansar no sean destruidos, tocados por la naturaleza. Pero son procesos existentes, son realidades de nuestro entorno, nos permiten realizar nuestra “impermanencia”, la naturaleza temporaria de los seres y de las cosas.

Este instante sobre la tierra nos permite entender nuestra realidad. La comprensión de nuestro ciclo de vida nos puede dar el entendimiento, la iluminación tan deseada para regresar a nuestro origen. No dejemos que un proceso natural destruya este anhelo profundo. Dirigir nuestra atención hacia nuestras reacciones frente a los problemas, las agresiones, los desastres, al lugar de culpar a la naturaleza, los políticos, a Dios nos puede ayudar a entender el porqué de los acontecimientos. Somos un instante de la vida de nuestra tierra y no venimos a hacer dinero, construir palacios, ni gozar el fin de semana, estamos aquí un momento para crecer interiormente, descubrir nuestro espíritu, iluminar nuestra existencia.

Utilicen estas dificultades, tomen esta prueba como el mejor momento para cambiar, dejar los malos pensamientos, las emociones perversas, las envidias para construir en su interior un espacio nuevo, un lugar especial para recibir el entendimiento, destruyan el viejo ser para que resurja un espíritu nuevo, entusiasta del momento presente, gozoso del vacío. Cambiemos nuestra avaricia por tener, nuestra desesperación por un progreso incierto que brilla como un espejismo en el horizonte de nuestras mentes humanas, frenemos nuestra desesperación por tener algo que es efímero. Todos tenemos una gran función de vida, ser. Dejemos ser nuestra naturaleza sin prejuicios, modas y malos hábitos, vivamos plenamente nuestra espiritualidad para encontrar el entendimiento.