Poner los cimientos, construir una casa

La duración de una casa depende totalmente de aquello que primero se construye, los cimientos. Si los cimientos y la tierra son firmes y sólidos, la casa será estable y duradera. Si los cimientos y el terreno se hunden, la casa terminara por inclinarse. Este es un principio establecido.

Al observar esto me doy cuenta de que este es el 道 Dào del trabajo en la base del cultivo de la realidad.

La primera prioridad a la hora de cultivar la realidad consiste en perfeccionar el yo y en controlar la mente. Cuando te perfecciones a ti mismo te abandonaran los deseos egoístas; cuando controles la mente te volverás firme.

Cuando te abandonen los deseos egoístas y la voluntad sea firme, la base será segura e inquebrantable. Entonces si combinas las cuatro formas, reúnes las cinco fuerzas, usurpas el 陰(yīn) y el  阴 (yang) y tomas las riendas de la Creación, cultivas la esencia y cultivas la vida, y sigues siempre adelante para alcanzar la profunda autorrealización, te beneficiarias donde vayas. Ocurre lo mismo que cuando plantas unos cimientos firmes para que puedan soportar el peso de la madera, la piedra y la losa.

Si la base no es firme y la voluntad no es decidida, pasarás de una cosa a la otra de cualquier manera, en un principio de forma diligente, pero al final de forma apática, perdiéndote lo que haces una y otra vez, quedándote rezagado en tu ansia de adelantar, desperdiciando tu fuerza. Es lo mismo que ocurre cuando se arquean los cimientos, que aunque la casa todavía esté recta, terminará por inclinarse y derrumbarse.

(SIC)

Despertar al Tao, Tesoro de meditaciones taoístas, Liu I-Ming. (Versión de Thomas Cleary)