Durante los eventos de apertura de la estatua principal del Templo de la Eterna Primavera, disfrutamos de momentos de profundas enseñanzas. Uno de los más significativos fue la oportunidad y el honor de compartir una comida con nuestro venerado abad 邱景威方丈 qiū jǐng wēi fāng zhàng y su tío, el destacado maestro 陈诚一 chén chéng yī. Durante este grato encuentro, se desarrolló una conversación fascinante que demostró que es posible comunicarse más allá de las palabras.
Para dar contexto, debo mencionar que el maestro 陈诚一 chén chéng yī solo habla chino, por lo que para comunicarnos contábamos con el apoyo del hermano 信鸿 xìn hóng quien ayudó con la traducción del chino al inglés para que los que asistimos a la cena pudiéramos entender, lo cual hacía que la conversación tomara un poco más de tiempo de lo habitual.
El maestro 邱景威方丈 qiū jǐng wēi fāng zhàng pregunta: “¿Te ha gustado 龙山 lóng shān: montaña del dragón?”
El maestro 陈诚一 chén chéng yī contesta: “Me ha encantado, visité todos los jardines, el templo y cada uno de los sitios del lugar, y descubrí algo maravilloso: tú entiendes la energía original y la materializas en cada rincón, en cada detalle, se parece a la arquitectura del cielo, has hecho un gran trabajo poniendo parte de tu esencia en este lugar.”

El maestro 邱景威方丈 qiū jǐng wēi fāng zhàng pregunta: “¿Qué te parece nuestra familia daoísta?”
El maestro 陈诚一 chén chéng yī responde: “El maestro hace su trabajo y dedica su vida en ello, tiene fe en el 道 dào, hace autosacrificio. Le tengo gran respeto a este Maestro.”
NOTA: Aunque estuve presente en esta conversación, no formaba parte de ella. Con mi limitado entendimiento, intenté formular mi pregunta de manera respetuosa y le pregunté en español a mi maestro: “¿Por qué el maestro 陈诚一 chén chéng yī se refiere a usted y no responde la pregunta?” Mi maestro, con paciencia, me explica: “Lo que sucede es que la respuesta es tan elegante que no todos la comprenden. Lo que él dijo describe cómo ve al maestro, y la familia es un reflejo del maestro.” Esta respuesta me pareció muy hermosa; eran como caricias expresadas con palabras. Conversaban entre amigos y se describían con el habla, pero más allá de ser aduladora, la conversación era honesta y mostraba, con respeto, su admiración por el trabajo del otro.

En esta pequeña pregunta mi maestro y yo hablamos en español, sin embargo, el maestro 陈诚一 chén chéng yī, comprendió nuestra conversación y empezó a explicarle al traductor su opinión sobre nuestra comunidad Daoísta: “La familia está siguiendo el ejemplo del maestro, pone el ejemplo de cómo debe uno practicar el 道 dào”.
El maestro 邱景威方丈qiū jǐng wēi fāng zhàng preguntó: “¿Podrías hablarme de mi abuelo, es decir, tu maestro?”
El maestro 陈诚一 chén chéng yī responde: “Él era un gran medico como tú. Toda su vida la dedicó a esa labor. Ya al final de su vida, tenía tanta experiencia que con solo tocar a las personas sabía que padecían y cómo curarse. Antes de transformarse en inmortal, me enseñó todos sus secretos sobre 内丹nèi dān: alquimia interna. Los conservo en mi memoria.”
El maestro 邱景威方丈qiū jǐng wēi fāng zhàng ante tal respuesta comenta: “La próxima vez que vaya a China solicitaré estudiar contigo.”
El maestro 陈诚一 chén chéng yī, con una gran sonrisa en los labios, le dice: “¡Si, de acuerdo!”
El maestro 邱景威方丈qiū jǐng wēi fāng zhàng continúa: “¿De los dieciocho discípulos que acompañaban a 邱處機 qiū chù jī en su viaje al Oeste, sabes si había una más y si era mujer?”
El maestro 陈诚一 chén chéng yī contesta: “No lo sé… hasta donde llega mi conocimiento solo hay dieciocho discípulos y tú fuiste el doctor del grupo, sin embargo, habría que investigar en función a los nombres de cada uno si alguno de ellos era una mujer”.
Conclusión:
Es un poco complejo de explicar, pero recuerdo dos frases que mi maestro 邱景威方丈 qiū jǐng wēi fāng zhàng nos dijo a sus discípulos cuando nos presentó al maestro 陈诚一 chén chéng yī:
- No todos los grandes maestros son ostentosos. Él es un gran maestro y es muy humilde. Es un verdadero daoísta, vive con la energía original.
- Él no necesita hablar español, así como yo no necesito hablar en chino, nosotros nos comunicamos sin la necesidad del lenguaje.
Me parecen muy acertadas esas afirmaciones, porque en esa conversación ocurría un fenómeno extraordinario. Cuando el maestro 邱景威方丈 qiū jǐng wēi fāng zhàng zháng formulaba su pregunta en inglés, casi de manera instantánea, el maestro 陈诚一 chén chéng yī contestaba a su pregunta antes de que hubiera una traducción por parte de 信鸿 xìn hóng. Es decir: uno aún no había terminado de formular su pregunta cuando el otro ya ofrecía su respuesta, como si ambos se entendieran sin necesidad de las palabras. La traducción solo fue un dulce gesto para que nosotros pudiéramos seguir su tan sutil conversación. Fue un gran honor estar tan cerca de estos dos ilustres maestros; su trato tan natural, las acciones y procesos fueron un hermoso ejemplo de cómo fluir y entenderse a través del espíritu.

Esta conversación me permitió tener una perspectiva diferente de mi maestro y me hizo consciente de la fortuna que tengo al estar cerca de él. Más allá de ser un hombre sabio que dedica su vida al estudio y la práctica del daoísmo y la medicina, es una persona que de verdad se entrega plenamente a su labor (autosacrificio) para cumplir con la misión que le ha sido asignada por el cielo. Creo que es un faro en este mundo para aquellos que buscan un camino auténtico. Hasta hace poco, lo veía simplemente como una persona, pero ahora lo percibo de una manera más profunda y auténtica, realmente como es.
Con cariño, admiración y respeto.
Un Discípulo.